La valeriana es una planta que goza de gran prestigio medicinal como uno de los mejores sedantes y relajantes naturales que no producen adicción. En algunos casos también se cultiva con fines ornamentales.
¿Qué cura la valeriana y cómo se prepara?
Para el uso medicinal de la valeriana se utilizan sus raíces, las cuales se dejan secar. Al estar frescas casi no tienen olor pero una vez secas despiden un olor penetrante y desagradable. Para conservarla se debe limpiar y desecar rápidamente a temperaturas moderadas. Luego se coloca en un recipiente bien cerrado.
La valeriana es un sedante natural muy recomendado por homeópatas, e incluso médicos que practican la medicina tradicional. Sus propiedades sedantes son utilizadas para tratar fuertes estados de nerviosismo, como situaciones de estrés para diferentes tipos de pacientes. Generalmente es ingerido en infusiones o gotas medicinales. La planta se usa también para tratar problemas de insomnio. Para ello debemos poner una cucharada de la raíz desmenuzada en 250 ml de agua fría a macerar durante 10-12 horas. Tras filtrar, beber una taza 2 o 3 veces al día.
No es recomendada durante horas de alta actividad física, ya que puede producir somnolencia.
Como muchas otras plantas medicinales, la valeriana ejerce una importante función espasmódica en nuestro organismo. Esta plenamente recomendada para tratar diferentes tipos de cólicos estomacales y diarreas.
También es recomendada para tratar el asma. Se debe poner 12 g de esta planta en 250 ml de agua hirviendo durante 5 minutos. Beber unos 2 vasitos al día.
Al disponer de propiedades sedantes, esta planta es recomendada para calmar fuertes dolores de cabeza y diferentes tipos de cefalea.
Se puede tratar la depresión poniendo 20-25 g de la planta en una taza de agua fría durante 12 horas. Beber una taza por la mañana durante una semana.