La malva es una planta con reconocidas propiedades curativas desde hace mucho tiempo. Las hojas y las flores son la parte de la planta que contienen principios activos y sustancias beneficiosos para la salud.
Propiedades y beneficios de la malva
Una vez que recolectamos sus hojas y sus flores, hay que procurar utilizar la planta lo más fresca posible, ya que con el secado se pierde parte del mucílago. Sin embargo, la planta desecada conserva todavía bastantes sustancias curativas.
Tomar la infusión de las flores y hojas de malva una vez al día, preferentemente después de la comida principal, nos va a ayudar a contrarrestar la artritis y la gota. Esto es gracias a su propiedad antiinflamatoria, a su vez que ayuda con los dolores y estimula los impulsos nerviosos. Beber esta infusión después de la comida también nos ayuda a combatir la gastritis, úlceras del estomago e inflamaciones en las vías urinarias.
Para contrarrestar infecciones en la boca y la garganta como por ejemplo la gingivitis y enfermedades de la laringe, se debe realizar una infusión con un puñado de sus flores y hojas en un litro de agua. Una vez que el agua hierve, apagamos el fuego y dejamos reposar. Luego tomamos una tacita al día, al mismo tiempo realizar enjuagues y gárgaras.
En caso de paperas, es prudente machacar las hojas de malva y entiviarlas con un poco de agua. Luego se aplica sobre el edema a manera de cataplasma dos veces al día. Esto aliviará el dolor y desinflamará el área afectada.
En caso de que tengan alguna hinchazón, llaga o úlcera en la piel, se calienta en muy poca agua una cucharada de hojas y raíces frescas machacadas. Luego se aplica la mezcla sobre la parte dolorida.
Con la decocción de sus flores y hojas de malva se puede realizar un colirio natural que será muy útil en caso de sequedad ocular. Para ello se debe hervir 30 gramos de hojas en medio litro de agua durante 15 minutos. Filtrar bien y efectuar lavados y baños oculares.